Los "cofrades" de ahora por Darío García

A veces los cofrades nos olvidamos que antes de ser cofrades, hay que ser cristianos. Que se trata de realizar una estación de penitencia, y no de sacar “pasitos” a la calle. Que son pequeños detalles, que a priori, parecen obvios y que la mayoría olvidamos

Quería empezar así, este mi primer artículo en este Blog, para dar un toque de atención. Dar un toque de atención a esos cofrades que se creen más cofrades que nadie pero que olvidan lo más primario. De su formación cristiana y que no se den tantos golpes en el pecho con su titular y no aparezcan solo por la Hermandad el día de la Función Principal para aparecer en la fotito enchaquetado, que trabaje día a día en su cofradía y que lo viva todos los días del año. El “cofrade” de ahora, de hoy en día, es un cofrade que solo se preocupa de su imagen personal y de como lo ven los demás cofrades, de ser comentado o de tener fama en este mundo, de tener el mejor sitio o la mejor insignia el día de su salida profesional. Este personaje, porque no hay otro adjetivo que lo describa, será rico en todo eso pero es pobre en algo fundamental, la humildad. E incluso puede ser pobre en Fé, algo tan   primario  como eso, porque en contadas veces verás a este tipo de   cofrade un domingo en misa              

También quería hablar de un tema, un tema que parece que se ha puesto de moda, lo “extraordinario”. Y no solo hablo de las

salidas extraordinarias, también de las Coronaciones Canónicas, de las Medallas de Oro de la Ciudad, etc. Que esto parece un “culo veo, culo quiero” entre las cofradías y que a lo que llamábamos extraordinario se está volviendo ordinario. Ya ver un paso en la calle se está volviendo rutina, no hay fin de semana que no haya una procesión. Señores, en definitiva, que ese cosquilleo que sentía desde que se recogía el Resucitado hasta que me imponían una Cruz de ceniza un miércoles ya no lo siento o ya no es el mismo desde que le damos tantos paseítos a las imágenes.

En resumidas cuentas, que sirva esto de reflexión. Vamos a ser menos cofrades y más cristianos.